La pregunta sobre el Otro quizá no deje espacio para una respuesta. Es que ella es la madre de todas las dudas, el principio de todo acto humano.
Buscar al Otro quiere decir que todos/as juguemos con el misterio de decir y no decir, de negar con la boca lo que aceptamos con el cuerpo y de jugar con las distancias que construimos.
Cuando pienso en Otro pienso en Mí, se repite ese egocentrismo que ya he mencionado. Pero este pensamiento es paradójico, pues sólo puedo pensar en Mí con respecto a Otro que se me presenta por fuera, pero que sólo construyo mediado por mi compresión/percepción. El Otro juega por fuera y juega por dentro. Entra y sale, danza con mi subjetividad.
Yo me dudo, me pregunto, así como dudo y le pregunto a quien miro a los ojos. Yo soy el Otro en Mí, que se re-encarna en acciones y pasiones que configuran momentos que quiero vivir, repetir e inventar.
Sólo juego a des-plegar, a sacarle la máscara de a poco y cerrar los ojos para no mirar.
Sante!
Oh Si, hace mucho q no pasaba, oh sí.