Una nota publicada en el día de ayer en el diario "Clarín" , indica que un millón y medio de adultos que habitan en Gran Bretaña se mudaría de sus casas por miedo a los adolescentes del barrio.
Esta afirmación , elaborada luego de una investigación en el país britanico, demostraría el serio problema que existe entre las generaciones más jovenes y los adultos. Es de mi interés no solo destacar la importancia de esta afirmación , legitimada por un instrumento de poder ideológico tan fuerte como las encuestas cauntitativas, sino analizar a grandes rasgos (por razones de espacio, tiempo y conocimiento) la manera en que la nota es presentada en dicho diario argentino.
Es de primordial importancia el problema que existe entre los adolescentes británicos y los adultos , problema que podría ser visto de manera paralela (aunque con mecanismos diferentes) al existente en muchos otros paises .Se plantea aquí un problema que el antropólogo Edmund Leach trató en su texto "Nosotros y los demás", hace ya 40 años: la imposibilidad de entender a aquél "Otro" que se encuentra cercano en el espacio y el tiempo.Imposibilidad que se ejerce a través del lenguaje, que operaría como diferenciador entre el universo de significación de los jovenes y los adultos. Es de suma importancia entender que el problema que acosa a Gran Bretaña no es para nada ilusorio y está presente en la mayoría de los países industrializados e inmersos en la sociedad de la libre empresa.Sin embargo , no es de mi interés plantear el problema en términos estrictamente antropológicos.
Lo que deseo propugnar es que el papel que juegan los medios masivos de comunicación no es menor cuando se intentan entender los mecanismos que permiten la reproducción del sentido común y este tipo de imaginarios sociales que evidentemente son discriminatorios .El fenómeno que se evidencia en Gran Bretaña es denominado como "paedofobia", es decir, fobia a los jovenes.Desde ya , el término suena bastante burdo y demuestra el jugueteo que los medios hacen entre la autoridad de la palabra y la denigración del lenguaje .Denigración que es evidente al adoptar un término que, como dice en la misma nota el psicoanalista Gustavo Bustamante, no se corresponde con el debido uso del mismo , ya que éste remite a impulsos irracionales, muy alejados de la asociación racional con que los adultos clasifican y estigmatizan a los jovenes , identificandolos con el uso de drogas o la delincuencia.
La afirmación que la investigación británica elaboró, está legitimida por la técnica de las encuestas , que Bourdieu1 podría condenar como generadoras del ilusorio sentido común en el modo en que están presentadas. Los medios de comunicación , son expertos en legitimar afirmaciones sobre la sociedad , la conducta del presidente , la delincuencia hacia los mayores, la violencia sanguinaria de la sociedad , vanagloriando a la llamada "opinion pública" construida través de encuestas.Aquélla institución/intuición no es más que la representación acabada del hombre - masa , aquél desprovisto de cualidades, representado como un ser desgarrado de sentimientos y contingencias; las personas son reducidas a números, transformadas en resultados de encuestas que consisten en preguntas con respuestas , como por ejemplo:"¿usted está a favor de la democracia?", " ¿está de acuerdo con la política de derechos humanos del gobierno?". Uno facilmente podría darse cuenta ( o querría darse cuenta) que nadie va a responder a estas de manera negativa.También existen otras totalmente sacadas de contexto como la que remite a una de las preguntas de la encuesta que se realizó en Gran Bretaña sobre la destrucción de paradas de omnibus por parte de los adolescentes.
A través del poder de las encuestas presentadas con aparente rigor científico, se desemboca siempre a concluciones desprovistas de toda racionalidad...o lo que es decir lo mismo, el exceso de racionalidad con que los medios masivos tratan los problemas sociales , representando a la población con tortas o barras propias de la representación estadistica , sólo puede desembocar en una irracionalidad que pretende presentar un problema de dimensión social , donde intervienen desde factores antropológicos hasta económicos, como un juego de generalizaciones absurdas , abstractas y demagógicas.
Es evidente cómo los medios construyen la realidad, aunque su mismo discurso necesariamente deba ocultarlo. Su pretensión de legitimidad a través de las encuestas de opinión, en este caso citadas de una investigación británica, no difiere demasiado de las que se pueden observar cada día en las páginas de los diarios más conocidos de nuestro país.La inclusión de aquellas no son casuales, sino que remiten a la autoridad de la "verdad", que estaría representada por la respuesta de máximo porcentaje bautizada luego como "opinión pública". De allí se derivan las conocidas frases " es lo que la gente quiere" o " así es la democracia"... dos falacias evidentes que no hacen más que crear confusión. Y cuando hay confusión , los únicos que se benefician son los que tienen poder.

Santi


1. Es preciso aclarar que Bourdieu no planteaba el descarte de la encuesta cuantitativa como herramienta para el trabajo de campo.Lo que él critica, es la utilización mediática de la misma , ya que éstas no están aplicadas con el criterio de cientificidad que deberían .



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