11.1.07
¿Quien necesita del micro-centro?


“…ningún modo de producción y por lo tanto ningún orden social dominante, y por lo tanto ninguna cultura dominante verdaderamente incluye o agota toda la práctica humana, toda la energía humana y toda la intención humana”

Raymond Williams “Marxismo y literatura”



Buenos Aires es una ciudad que nos presenta varios escenarios interesantes para observar cómo nos relacionamos y vivimos en la actualidad. El denominado microcentro es uno de esos lugares que inevitablemente llama la atención no solo de los turistas , sino también de los que intentan entender nuestra sociedad. Scalabrini Ortiz ha realizado un ensayo muy interesante acerca del prototipo de hombre porteño que transita por Corrientes y Esmeralda. Aquél individuo que nos describe Ortiz, alienado por el ritmo de vida urbano , hombre que solo responde a sus intuiciones, no ha perdido vigencia en la actualidad. No tengo dudas de que éste ubicó a ese hombre perdido que está solo y espera en Corrientes y Esmeralda, porque ese es uno de los lugares donde el conformismo, la resignación y el individualismo más se manifiesta. Beatriz Sarlo también ha realizado algunos ensayos donde describe de qué manera los excluidos, los que no tienen trabajo y ni siquiera un techo, utilizan las calles del centro porteño como su hogar, dándole un significado que solo ellos pueden comprender. El “Downtown “ de nuestra ciudad, como lo llaman los ingleses, el centro porteño, posee esa denominación no por una cuestión geográfica sino porque allí se puede palpar y observar el movimiento de la economía capitalista y de la sociedad industrial, como también puede observarse a los que han quedado fuera de dicho sistema. El centro porteño definitivamente manifiesta muchas de las características de nuestra ciudad.

Desde la perspectiva de un ciudadano medio el micro-centro es un lugar que no ofrece mas alternativas que ser un espacio para el mero tránsito, para mirar vidrieras o para consumir algo. Allí se encuentran la mayoría de las oficinas laborales y demás puestos de trabajo de aquellos que tienen la suerte de ser empleados .Esta parte de la ciudad es imposible de evitar para la mayoría de las personas que se dirigen a sus empleos. No es éste un lugar pensado para establecer relaciones que no tengan que ver con asuntos económicos y mucho menos un sitio donde pueda observarse una charla espontánea entre extraños. La gente parece caminar con la vista perdida hacia algún horizonte incierto, desinteresadas de los demás, como alienadas de sí mismas y del resto. Esta forma de expresarnos que tenemos en la zona céntrica ( porque la indiferencia también es una forma de expresarnos) me recuerda a la descripción de Scalabrini Ortiz antes mencionada. Es que allí todos parecemos solitarios, allí todos somos nadie. Para relacionarnos con los demás y para construir nuestra identidad existen otros lugares en la ciudad, como por ejemplo los barrios ,donde generalmente somos conocidos y convivimos con personas que se nos hacen familiares por verlas todos los días conviviendo junto a nosotros.

¿Pero qué sucede con aquellos que están excluidos del mercado? ¿ con aquellos que no poseen ni siquiera un techo? Ellos también son parte del escenario porteño y se hacen presentes en las zonas céntricas en cada rincón y cada esquina de las calles. Para muchos de ellos esos lugares constituyen su único hogar y son espacios donde pretenden hacerse visibles a los ojos del resto de la sociedad, pidiendo limosnas o realizando malabares en las avenidas. El micro-centro no significa para ellos de modo alguno un lugar para el mero tránsito o el consumo, y mucho menos un camino inevitable hacia las oficinas laborales. Desde el mendigo que alza sus manos por una moneda hasta el que interpreta una chacarera con una guitarra , aquellos espacios son utilizados por ellos de una manera que difiere y mucho de los usos que hacen los trabajadores . Otros que han retorcido el significado aparentemente canónico que tienen las calles son lo piqueteros. Para éstos , las calles son utilizadas como medio de protesta, porque también necesitan hacerse visibles al resto de la sociedad. Si las avenidas y calles que componen la zona céntrica de Buenos Aires no estuvieran destinadas a proseguir y agilizar el ritmo de vida de la sociedad industrial, los piquetes no tendrían ningún sentido, pues ellos intentan detener ese ritmo para ser escuchados.

Lo único que une a mendigos , artistas callejeros y trabajadores es que se hacen presentes en las calles porque necesitan sobrevivir de la selva que nos presenta la ciudad, cada uno a su manera. En cuanto a los piqueteros, éstos utilizan eso espacios para elaborar un contra discurso que sea escuchado.

El centro porteño pone de manifiesto las caracterizas económicas , sociales y culturales de nuestra sociedad. Estas características están representadas por los usos que le damos a los espacios. Protesta , ignorancia, resignación , individualismo y arte conviven en el corazón de la ciudad. Sin embargo, mas halla de las diferentes maneras en que las personas se apropian de los espacios, me parece que hay dos aspectos de índole social que nos unen a todos. Pueden parecer contradictorios pero no lo son porque los dos pueden ser comprobados empíricamente, demostrando que las sociedades no son tan fáciles de clasificar y caracterizar como algunos piensan: no cabe duda que somos una sociedad individualista, ya que podemos observar cómo mas allá de las diferencias sociales y económicas, todos nos movemos por las calles céntricas desinteresados los unos de los otros. Nos trasladamos por los espacios con absoluta atención de no tocar ni sentir al resto.Generalmente, cuando observamos a nuestro alrededor a algún niño pidiendo monedas o durmiendo en alguna peatonal, tomamos ésto como algo natural y que no viene al caso observar. Tiene razón Beatriz Sarlo cuando dice en uno de sus ensayos llamado “Casi como animales”, que algo se ha roto en la sociedad, y que lo único que nos une es el mercado y el consumo, ya que en las zonas céntricas o en los shopping la gente se reúne no para interactuar entre sí sino para comprar. No solo los que tenemos un trabajo más o menos estable y una vivienda ignoramos a los pobres, ellos también nos ignoran y nos temen porque no se sienten parte de la sociedad, y tampoco tienen una buena razón para hacerlo. Eso también cuenta para los piqueteros, aunque si bien podríamos discutir que muchos de ellos son pagados y manipulados por partidos políticos, pues tampoco se sienten obligados a respetar el derecho de tránsito de quienes se dirigen a sus trabajos. Y eso se debe simplemente a que quien esta excluido de la sociedad no siente necesidad de fijarse en el resto porque el resto tampoco se fija en el excluido…sin embargo a todos nos une la indiferencia . Pero muchas veces a lo largo de la historia, éste aspecto de nuestra sociedad se ha dejado de lado dando lugar a otro hecho social que se ha manifestado en el centro porteño, éste es el segundo aspecto que quiero remarcar, y se refiere a las grandes protestas sociales que nos incluyen a todos independientemente del estrato social al que pertenezcamos. Muchas veces la Plaza de Mayo y las grandes avenidas de la ciudad se han convertido en el escenario donde los ciudadanos se han manifestado de manera espontánea, mostrando un gran sentido de la solidaridad y de la unión. Un caso concreto y reciente puede ser el ocurrido el 19 y 20 de Diciembre de 2001, donde todas las personas salieron a protestar con sus cacerolas y con todo lo que tuvieran a mano, para repudiar a un gobierno que no había cumplido sus promesas. Mas allá del lamentable desenlace que tuvo esa manifestación ( se llevó una treintena de muertos debido a la represión policial) èsta no respondió a ningún interés de clase ni de partidos políticos, lo que muestra que muchas veces la gente se apropia de los lugares para producir un discurso que identifica a todos por igual. Si el microcentro es un lugar que muestra la indiferencia y la fragmentación social, en esos días del 2001 el centro porteño se convirtió en un lugar común para casi todos , adquiriendo un significado único: el estar ahí para hacerse ver y escuchar. La plaza de Mayo fue elegido por todos como un escenario de protesta no solo porque ahí se encuentra la casa rosada sino también por que allí se han representado infinidad de movilizaciones históricas similares a las del 2001 .

No podemos entender nuestra sociedad de manera maniquea y simple, y por lo tanto tampoco podemos decir que los lugares de la ciudad determinen una única forma de expresarnos, ya que somos los hombres los que damos significados a los espacios, y como no somos todos iguales, tampoco los lugares representan para todos lo mismo. El microcentro es ese escenario de la indiferencia, de la pobreza, y también el lugar del festejo , de la protesta y de la unión. Si las sociedades fueran homogéneas y a-históricas, si las diferencias cualitativas entre nosotros fueran imposibles, los lugares tal vez podrían poseer un significado único y cerrado. Pero no creo que existan sociedades con esas características ( seguramente si todos fuéramos iguales en nuestra forma de pensar y de movernos no seríamos felices), como tampoco creo que existan lugares así. Todas las voces que se escuchan en la ciudad , todas las prácticas sociales que invaden el centro porteño en la actualidad y a lo largo de la historia, le han otorgado al microcentro un significado que nos representa a todos y cada uno de nosotros , por eso ese lugar es tan importante en la Buenos Aires de hoy, un lugar común para todos.


Santi



Ensayo presentado como trabajo final para la materia "Taller de expresión 1" , de la carrera de Ciencias de la comunicación de la universidad de Buenos Aires



Bibliografìa general


Adorno ,Theodor ; Horkheimer, Max

-"Concepto de Iluminismo" , en Dialéctica del

Iluminismo; en (ed) Sur, Argentina, 1970.

-"Iluminismo como mistificaciòn de masas" , en

Dialèctica del Iluminismo; en (ed) Sur, Argentina,

1970.


Williams ,Raymond :

-"Cultura" , en Marxismo y literatura ; en (ed) Peninsula , Barcelona,

1997

-"Base y superestructura" , en Marxismo y literatura;(ed)Península

Barcelona, 1997

-"Hegemonìa" , en Marxismo y literatura;(ed)Península

Barcelona, 1997

-"Tradiciones instituciones y formaciones" , en Marxismo y literatura;

(ed) Península, Barcelona, 1997

-"Dominante , residual y emergente" , en Marxismo y literatura;

(ed) Penìnsula, Barcelona, 1997



Sarlo, Beatriz

-"Casi como animales" , en Instantàneas. Medios , ciudad y costumbres en el fin

de siglo ;(ed) Ariel , Buenos aires , 1996

-"Los ocupantes de la noche" , en Instantàneas. Medios , ciudad y costumbres en el fin de siglo

(ed) Ariel , Buenos aires , 1996



Ortiz, Scalabrini Raùl

-"El piloto del caos" , en El hombre que està solo y espera ; en (ed) Plus Ultra , Buenos aires ,

1931


 
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7.1.07
Mi viaje escrito
"Todos los días el mismo viaje, siempre distinto". Se me ha cruzado esa frase antes de empezar a escribir este texto, y ahora que estoy escribiendo aún sigue en mi cabeza. La escritura quizá sea tan hermosa por eso mismo, por ese viaje que representa y crea siempre algo nuevo , aunque siga siendo escritura nada más ( y nada menos). Pensaba en mi recorrido hacia mi trabajo, en el que se presentan siempre las mismas calles , calles que nunca permanecen iguales. Es que cada día nos levantamos siendo otro, el mismo otro, y entonces la ciudad ya nunca es la misma, pues somos distintos en cada momento. Cada día en el que despierto me encuentro en una historia, en una continuación que se diferencia de la anterior, que combate lo rutinario y estático.
Escribir es como ese viaje incierto en el que no sabemos que sucederá rumbo al trabajo o al final de la jornada. A veces pareciera que siempre termina igual : yo en la misma cama , abrazado a la misma almohada , sabiendo que volveré a la misma computadora junto al mismo teléfono. Sin embargo existe, entre medio de mi cama, el trabajo y nuevamente mi cama, infinidad de vivencias y sentimientos, que se mueven a través de ese trayecto en colectivo por las calles ; que se continuan hoy en este texto, en estas palabras que recorren y dibujan cada pensamiento y cada pasión ( dibujan y no reflejan).
Creo que vivo para ese lapso de tiempo que siempre recorro , del que siempre rescato alguna idea o algo significativo en lo que poder abocarme a la hora de escribir. A través de las hojas y la tinta , o de un monitor y un teclado , materializo, invento y juego con lo poco que puedo recordar de tantas imagenes , de tantos sonidos , de tantos rostros y de tantos contactos que se me cruzan antes de llegar. Puede que un viaje sea eso , un "antes de llegar" constante, un lapso de tiempo donde nos perdemos y nos encontramos siempre hacia algún rumbo , a veces incierto y lejano.
Así quizá sean algunos textos, donde la idea principal se presenta y se pierde entre catálisis que se mezclan mientras emerge y se oculta lo que se quiere decir. Como este escrito que ha empezado con aquella frase de la que se ha desprendido todo ésto, como el momento en el que dejo mi almohada y mi cama y me invade el primer pensamiento...entonces comienzo aquél recorrido en el que siempre llega a destino aquél otro, siempre el otro; y que luego continua otro...y así hasta el infinito.

Santi
 
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